6 may 2016

Guardería, ¿sí o no?

He ahí la cuestión.

Pues depende de cada familia. Es una decisión difícil, sobre todo con el primer hijo.
La baja por maternidad dura lo que dura, una birria de 16 semanas, 18 en caso de mellizos, que podemos incrementar en 3 semanas más si acumulamos el permiso de lactancia. En el mejor de los casos, para un hijo, podemos acumular 19 semanas y si nos hemos dejado vacaciones pendientes, lo que nos quedase, que no suele ser más de una semana.
Tras mucho arañar, podríamos juntar 20 semanas,... y ¿qué hacemos con una criaturita de 20 semanas? ¿Lo llevamos a una guardería? ¿contratamos a una niñera para que venga a casa a cuidarlo? ¿pedimos a la/s abuela/s que haga/n de niñera/s? ¿pedimos una excedencia hasta que sea un poquito más mayor? ¿reducimos la jornada?


decoración guardería luminosa y colorida
Preciosa y sencilla guardería con buena iluminación natural, decoración mural artesanal y alegres colores

EXCEDENCIA Y REDUCCIÓN DE JORNADA
Son temas muy sensibles y una decisión a meditar, ya que dependerá mucho del trabajo que tengamos, lo que lo necesitemos, y la proyección profesional que deseemos tener en adelante, porque desgraciadamente en este país, no sólo no se facilita la conciliación, sino que puede significar el estancamiento profesional de quien solicite alguna de estas medidas, cuando no algo peor. Y creedme, sé de lo que hablo.
Las otras tres opciones que nos quedan son abuelas, guardería y niñera.

ABUELAS:
Creo que si las abuelas no se ofrecen, no se lo deberíamos pedir, porque las ponemos en un compromiso, ya que es mucha la responsabilidad que deben asumir, y además tendrán que cambiar todas sus rutinas y actividades del día a día, y en cierto modo eso implica renunciar a su vida tal y como la conocen, porque hacerse cargo de un bebé es un trabajo de jornada completa (y sin tregua). Además ellas ya nos han criado a nosotros, sus hijos, y creo que les toca vivir el ser abuelas, el estar con los nietos sólo a ratos y mimarles, sin agobios ni responsabilidades.
De los abuelos (hombres) no hablo, porque todavía tengo que conocer al primer abuelo que no huya despavorido ante la perspectiva de tener que cambiar un pañal. Pasear al bebé en carrito, hacerle monerías o incluso dormirle entra dentro de lo factible; ahora, preparar un biberón, quitar mocos, cambiar pañales, bañar al bebé,...eso ya es ciencia ficción. 

GUARDERÍA:
Es una solución muy habitual. Hay guarderías muy diferentes, más grandes y más pequeñas y familiares, con cocina propia o sin ella, bilingües o no, con un proyecto más o menos amplio, mejores o peores instalaciones, más o menos caras, con un horario más o menos amplio,... Pero al final lo que más cuenta para mí es el feeling que nos dé la guardería y su equipo cuando la visitemos, si hay o no química con la dirección y profesoras, si las instalaciones y sus espacios son seguros, luminosos, agradables y tienen un bonito diseño; las recomendaciones de otros papás, y que esté cerca de casa para que sea cómodo ir. El resto suele ser bastante similar en guarderías de la misma zona.  Las ventajas de llevar a un bebé a la guardería es que aprenden a socializar antes, se acostumbran a estar con otros bebés y personas que no sean papá y mámá, adquieren hábitos y rutinas que luego son valiosísimos en casa, y nos dan pautas y recomendaciones muy útiles, sobre todo para los papás primerizos. La principal pega para mi es que se cogen todos los virus habidos y por haber que pululan en la guardería (que no son pocos), y el primer año es bastante infernal, no sólo para el bebé, sino también para los papás que somos los que vamos detrás pillándolo todo (y aumentado). Nosotros pasamos un particular calvario con las conjuntivitis el primer año: nuestro ranín cogía una detrás de otra y luego nos las pasaba a nosotros, porque por muchas medidas de higiene que tomes, las conjuntivitis se contagian irremediablemente. Yo usaba lentillas y tras cinco conjuntivitis seguidas en un par de meses, tuve que dejar de usarlas durante un año, porque mi ojo empezó a rechazarlas.

NIÑERA:
Esta solución es más costosa económicamente si es para un sólo niño, aunque a partir de dos ya empieza a ser interesante. La ventaja es que el bebé permanece en el entorno de la casa, familiar, con una persona de referencia que está en exclusiva pendiente de él, y que seguirá las pautas o rutinas que nosotros le marquemos. Al no haber contacto con otros niños no se cogen prácticamente ninguna enfermedad (a no ser que tengan hermanos mayores). Para mí tiene los inconvenientes de que el niño socializa menos, a posteriori la adaptación a una guardería o colegio es peor, porque cuanto más tiempo están en casa más desarrollan el apego y más les cuesta asimilar la separación, tardan más en inmunizarse (porque no se librarán del año de virus en cuanto vayan al colegio, la única diferencia es que les pillará más mayores), y dependiendo de la niñera en cuestión, el niño estará más o menos activo. Yo veo un montón de niñeras cuidando bebés en mi barrio, y hay pocas que hagan caso al bebé y jueguen con él, normalmente se limitan a pasearlos, charlar con otras niñeras y atender las necesidades básicas cuando les toca. Olvídate de actividades de estimulación, psicomotricidad, masajes, canciones, etc... que hacen en las guarderías.
Si os podéis permitir una niñera nativa en un idioma que os interese que vuestro bebé aprenda, entonces tenéis una ventaja importante, pero hay que pagarlo.

Al ranín lo llevamos a la guardería desde los 4 meses y medio y nuestra experiencia ha sido muy buena, se adaptó estupendamente bien, no lloró ningún día, ni siquiera el primero, y siempre se despedía de nosotros con una sonrisa de oreja a oreja cuando la dejábamos en brazos de su profesora. En nuestra guardería además nos dejaban llevar leche materna, con lo que no tuvimos que interrumpir la lactancia. Lo que sí hicimos fue proponer a las abuelas que se turnasen para recoger al ranín de la guardería días alternos,   para estar un ratito con ella hasta que yo llegaba del trabajo y evitar tener que dejar tantas horas a la niña en la guardería. Cada abuela iba dos días a la semana, un ratito no muy largo, y así podían disfrutar de su nieta sin agobios. La guardería es una opción que recomiendo por mi experiencia personal.

Otra cuestión diferente es cómo de fácil es conseguir plaza en una guardería, y las diferentes soluciones y ayudas que hay: guarderías públicas, cheque guardería, guarderías privadas con plazas concertadas,... pero de eso hablaré en otra entrada.

¿Y tú has llevado a tu bebé a la guardería? ¿Has optado por otra solución? ¿Si tuvieses otro hijo repetirías o harías otra cosa? ¿cuanto te cuesta la guardería? ¿y una niñera?


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